¿Qué tienen que ver las emociones con el Agua?
- Mar Giner Rodríguez
- 19 jun 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 23 jun 2024
Las emociones son una gran parte de nuestra vida, hay una gran paleta donde elegir, no podemos escapar de sentirlas y tienen muchas correlaciones con el elemento del agua.

El elemento de las emociones, simbolizado por el agua, es fundamental para comprender la complejidad de nuestra existencia. Aunque a menudo pasamos por alto este hecho, la verdad es que nuestro ser está intrínsecamente conectado con el agua en todos los niveles. Desde el momento de nuestra concepción, nuestras células, tejidos y órganos están inmersos en este líquido vital. El agua, con su capacidad para fluir y adaptarse, refleja la naturaleza misma de nuestras emociones, que también son fluidas y cambiantes.
Además de ser parte integral de nuestro ser físico, el agua posee propiedades fascinantes que van más allá de su simple composición química. Su capacidad para adoptar diferentes estados físicos, como líquido, sólido o gas, nos recuerda la diversidad de nuestras propias emociones, que pueden manifestarse de diversas formas. Así como el agua puede ser suave como una brisa o poderosa como un torrente, nuestras emociones también pueden ser delicadas o abrumadoras.
Al reconocer la profunda conexión entre el agua y nuestras emociones, podemos aprender a fluir con mayor armonía en la vida. Al igual que el agua se adapta a su entorno, nosotros también podemos aprender a adaptarnos a las circunstancias cambiantes, permitiendo que nuestras emociones fluyan sin obstáculos. En última instancia, al abrazar la influencia del agua en nuestro ser, podemos encontrar una mayor comprensión de nosotros mismos y de nuestro mundo interior.
Podríamos decir que el saber navegar las emociones es un músculo que se trabaja, formar una relación con ellas, hacerles las preguntas adecuadas y permitirles fluidez.
Explorando tu relación con las emociones
¿Cómo te relacionas con tus emociones?
¿Cómo te hablas a ti mismo cuando sientes unas y otras?
¿Les permites fluir o las mantienes estancadas?
Nadie nunca nos enseñó a identificarlas, ponerles nombre, escuchar lo que dicen y transformar su energía. No son algo ajeno a ti pero tampoco son todo lo que eres.
Puede que las emociones te arrastren y vayas con ellas.
Puede que estén quietas y profundas y te ahogues ahí.
Puede que seas muy sensible y te desbordan, o puede que hayas cerrado el grifo y estén secas.
Puedes perderte en la historia de quien hizo que y por que y removerlas incansablemente o puedes bajar al cuerpo sentirlas profundamente y darles forma, para llevarlas a una energía más elevada.
La manera en la que les hablas y entiendes sus necesidades importa. Escuchar y saber leer el mensaje que llevan para responder de una manera u otra. Muchas veces hay ciertos estados dentro nuestro de los cuales sentimos una gran resistencia y se siente como luchar contra una marea para mantenernos parados, cuando podrías bailar con las olas.
Otras veces simplemente nos negamos a que se mueva y el agua que se estanca se corrompe. Observa esos lugares donde se acumula agua, pero poco a poco se evapora hasta desaparecer por completo, de la misma manera sucede contigo en tu interior.
Estudiando los sistemas de retención de agua de Tamera se entiende que el agua que está viva le gusta moverse, fluir sea donde esté.
El poder de purificación mediante el movimiento
Recuerdo pasar temporadas donde no sabía lo que me pasaba, la tristeza y apatía me desbordaba, no tenía energía para hacer nada, me distraía constantemente para no sentir, pero tampoco sabía apuntar que es lo que debía ser sentido. Quería seguir mi camino cumplir mis sueños pero la baja seguridad en mi misma me impedía caminar hacia donde yo quería.
Dejaba días y días pasar sin propósito más que llenarlos con cosas vacías, estar de mal humor sacarlo con los que tenía alrededor y aislarme. Meterme en una gran soledad que yo misma me infligía. Intentaba entender el mundo, la vida, pero cuanto más lo intentaba más confusa quedaba. Un bucle de autodestrucción que no llevaba a ninguna parte.
Hasta que me permití sentir. Me permití sentir todo el rango de emociones que yo creía que no tenía. Me permití darme cuenta que no estaba rota, si no que había muchas partes de mí que todavía no había mirado con compasión.
Tu agua interna está esperando de tu atención y observación para que vayas abriendo paso a tu río interior, para que aprendas a moverte en ellas, darles paso a su poder purificador y entrar en nuevos estados de percepción de ti mismo, de compasión y de fortaleza. Es un proceso que al practicarlo más asiduamente lo que antes te sobrepasaba ahora tienes herramientas para afrontarlo y lo que antes te tardaba toda una tarde en procesar ahora lo puedes circular en unos pocos minutos o segundos.
Tu atención y observación son fundamentales para que puedas abrir paso a tu río interior, aprender a fluir en él, permitir el poder purificador que lleva consigo y alcanzar nuevos niveles de autoconocimiento, compasión y fortaleza. Se trata de un proceso que, al practicarlo con regularidad, te proporciona las herramientas necesarias para enfrentar lo que antes te resultaba abrumador, permitiéndote procesar en minutos o segundos lo que antes te llevaba toda una tarde.
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El Camino Hacia la Transformación Interior
El despertar emocional va unido al despertar espiritual, a la integración de todas tus partes, lo que no sabes amar en ti es poco posible que lo sepas amar en otros, y lo que no puedes integrar dentro tuyo, la vida encontrará situaciones para que aprendas la lección en este máster de amor que andamos viviendo.
En algún momento, será necesario identificar las piedras que están bloqueando el flujo de las aguas de tu vida y ponerlas a un lado, para volver a fluir y fusionarte con el océano eterno que eres y que siempre fuiste.
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